mare eterna

   La realización del trabajo presentado a continuación, como casi todo lo que se hace en la vida si tienes la molestia de analizarlo, ha tenido un trasfondo personal del que no he podido ni querido escapar. Es una cuestión que se repite a menudo en mi vida: empiezo queriendo dominar de alguna manera lo que me rodea y por alguna razón que desconozco, el tema me acaba dominando a mí.

   Me gustaría dejar constancia en este prólogo, de la experiencia enriquecedora a título personal, del hecho haber sacado conclusiones vitales a través del objetivo de la cámara y del trato directo con una realidad social concreta mas que no de tratar el tema desde una banda mas técnica, que si bien ha habido aspectos importantes, los primeros han precedido encima del barco sobre los segundos. Me explico.

   Al escoger el tema a desarrollar en este trabajo de tratado de la obturación, reportaje social y narración me decidí por el de la pesca tradicional por motivos totalmente sentimentales: un antepasado marinero, un trabajo de verano a la adolescencia como pescador y una visión actual del mundo basada en la creencia que el naturalismo es la solución contra la sobreexplotación industrial de los recursos, me hizo buscar con la cámara una realidad, ahora me doy cuenta, idealizada: una quimera.

   Quería retratar el enfrentamiento hombre-medio, la dureza del mar, la suerte cambiante, honorar el trabajo del pescador en definitiva, pero el objetivo de la cámara me explicaba otra historia. A medida que pasaban los días dedicados a este trabajo, tanto a mar como a puerto veía que las capturas eran mínimas, los medios pobres y las expectativas peores aun, quedaba el humor y la perseverancia de lo que sacarán mañana.

   La vivencia captada por la cámara sobre el trasmall a Sitges (Barcelona), me dejó muy claro que si bien los métodos de pesca de arte mayor utilizados actualmente, sobretodo el de arrastre, eran la forma mas rápida para dejarnos sin fondo y vida marina en poco tiempo, la pesca tradicional, aunque fuera a gran escala, tampoco seria la panacea universal para los males de sobrepoblación e infraalimentación de la humanidad.

   Así, si las primeras fotografías del reportaje querían captar la parte mágica, como de sueño de la actividad pescadora, poco a poco, a medida que el objetivo me iba cambiando la predisposición inicial a mitificar la realidad, las fotografías resultantes tomaron un carácter de melancolía que junto con unos comentarios críticos y un punto ácido sobre la realidad han conformado un trabajo que deriva de la resignación al nihilismo.

             Todo junto bien mirado, una visión romántica del arte.